Dado
que uno de los objetivos principales de nuestro curso es detectar aquellos
alumnos que muestran dificultades y, en consecuencia, presentan una alta
probabilidad de abandono , vamos a
establecer cuatro momentos clave:
1º. Inicio del curso:
la presentación es un momento decisivo para conocer cuántos de los alumnos
matriculados van a iniciar los estudios del curso online. En este punto podemos
conocer las expectativas de los alumnos, cuántos se muestran interesados y
predispuestos y el número de alumnos que aun habiéndose matriculado, no han
dado señales de comenzar los estudios. Hemos de tener en cuenta que las razones
para no asistir a la presentación pueden ser muy variadas y no debemos
interpretar todas las ausencias como abandono prematuro o falta de interés
(algunos de estos alumnos se incorporarán más adelante).
2º. Mitad del curso:
Es un momento decisivo para detectar a los alumnos con posibilidad de abandono.
Es importante comparar el número de alumnos que asistieron a la presentación y
los que continúan accediendo al curso. Hay que analizar la participación de
todos ellos, tanto en foros como en debates y actividades, el acceso a la
plataforma y el tiempo que pasan conectados al curso, si han consultado los
materiales y recursos audiovisuales ofrecidos y si ha empleado los diversos
medios disponibles (chat, foros, mails…) para consultar dudas o exponer
problemas. En este momento es muy pertinente enviar un cuestionario o preguntas
de consulta a aquellos alumnos que han bajado el rendimiento para conocer las
causas (falta de tiempo, desmotivación, complejidad del contenido…) y poder, de
esta manera, tomar medidas que propicien la continuidad de estos estudiantes.
3º.
Poco antes de la finalización: en este momento podemos
deducir si el abandono detectado en la etapa anterior se mantiene o es algo
puntual. Asimismo, podemos analizar si las medidas tomadas han sido efectivas y
han reenganchado a los alumnos o si, por el contrario, no han tenido el efecto
deseado. Es un buen momento para evitar posibles nuevos casos de abandono
(dirigiendo medidas concretas a nuevos alumnos que han bajado su rendimiento
para favorecer la finalización del curso), detectar a estudiantes que a mitad
de curso parecía que habían abandonado pero han retomado el curso y motivar con
un empujón final a aquellos que se han mostrado más rezagados pero quieren
terminarlo.
4º. Final del curso: Comparar
el número de alumnos matriculados con los que han finalizado el curso es una
buena herramienta para determinar el éxito del mismo y de las medidas tomadas a
lo largo del mismo. De igual modo, es interesante estudiar el porcentaje de
participación en foros y chats, la consulta del material disponible, el tiempo
de conexión del alumnado y la entrega de tareas y actividades de los alumnos
que han finalizado. También es conveniente analizar cuántos de los alumnos que
habían mostrado dificultades finalmente han
acabado y cuántos han abandonado. Llegados a este punto, conviene enviar un
cuestionario de satisfacción a los alumnos para ver en qué hemos fallado y cómo
podemos mejorar la metodología de cara a futuras ediciones.
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